miércoles, julio 19, 2006

...continúo con lo que sigue de mi historia...
Al día siguiente, traté de averiguar el número de teléfono de ella para saber cómo estaba, ya que cuando la dejamos en la casa, no la vi muy bien. Pero no obtuve buenos resultados...
Durante la semana, quedé pensativo con lo primero que dijo cuando entramos al boliche: "esta es la clase de música que me gusta bailar". Entonces me dispuse a "bajar" esa "clase de música" (llámele música al reggaetton, dance, pop, cumbia cuarteto, y demás yerbas malas que no suelo escuchar, salvo cuando salgo a bailar) para el sábado, ya que el jueves 6, era mi cumpleaños y lo festejaba en mi casa. Encima, obtuve esa música, sólo pensando que ella vendría, porque si fuese por mi, hubiese puesto Heavy Metal, Hard Rock...
Hasta que al final, el viernes a la noche, me encontré con Fabio, y gracias a él, tuve el medio necesario para poder invitar a las chicas (Liliana y Diana).
Sábado. Me baño, llega Diego, mi amigo, escuchamos música, tocamos guitarra.
Llega el resto de la gente. Liliana y Diana, no llegaban. Ya eran como las 11 y 30, cuando Fabio recibe un llamado para preguntar la dirección de mi casa. Salgo a la puerta, para un taxi, pero sólo baja Liliana. Imagínense cómo estaba...
Pero no todo fue para mal, ya que gracias a Liliana, obtuve el número del celular de Diana. (Yupi!!!)
Domingo: 15:30hs. Almorzaba con mi familia, y se jugaba la final de la Copa Mundial, Francia- Italia. Suena mi celular... número que no conozco. Atiendo. ¡¡Era ella!! ¡¡Diana!! Me llamo para pedir disculpas por no haber venido el sábado, ya que se sentía mal justo antes de salir. Y como soy yo, no me importó nada. Con sólo recibir el llamado de ella, estaba perdonada.
La semana siguió con llamados. Más el Lunes, que la llamé como 3 veces durante el día, y hablamos como 2 horas.
Hasta que el jueves, la invité a salir para el sábado, pero hasta acá escribo hoy. Ya voy a seguir. Es una novela de nunca acabar...

No hay comentarios.: